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domingo, 1 de diciembre de 2019

LA FIEBRE EN LOS NIÑOS.

  Muchas veces venís a la farmacia o acudís al médico alarmados porque vuestro peque tiene mucha fiebre y no sabéis por qué, qué hacer, qué darle o cuánto...
 En este post os intentaré ayudar a disipar dudas sobre ello y a saber actúar en caso de fiebre en vuestros bebés y niños.



 La fiebre es una elevación de la temperatura corporal debido al mecanismo de defensa del organismo, que puede llegar a resultar beneficioso. 

 Así pues, NO es una enfermedad, sino un síntoma de alguna enfermedad. No es necesario emplear un tratamiento específico para la fiebre e intentar bajarla a la temperatura habitual. Es conveniente paliar los síntomas que la acompañan y calmar el malestar. 

 Sí es muy importante buscar la causa y estar atentos a síntomas que indiquen problemas con la consecuente visita al pediatra.

 Debemos saber que la temperatura del cuerpo varía a lo largo del día, en función del ciclo circadiano, reloj biologico humano que regula las funciones fisiológicasque se repiten cada 24 horas. Por tanto, sabemos que a primeras horas del día la temperatura corporal es menor que en la últimas horas de la tarde, que puede aumentar entre 0.5ºC y 1ºC.  Otros motivos, como calor ambiental, ejercicio físico, reacción a las vacunas, abrigo excesivo... pueden elevar la temperatura de nuestro cuerpo.

 La fiebre en niños suele deberse a alguna infección vírica, siendo las más frecuentes respiratorias y digestivas. Menos frecuente es la fiebre en respuesta a infecciones baterianas, pero no por ello menos grave, pues la meningitis es una infección bacteriana y mal tratada, puede llegar a ser mortal.


- CÓMO MEDIR LA TEMPERATURA.

 La temperatura se puede medir en diferentes lugares del cuerpo. Debemos tener en cuenta que la temperatura rectal (tomada en el recto, recomendado termómetro punta flexible) es 0.5ºC mayor que la oral (poniendo el termómetro debajo de la lengua) y ésta es 0.5ºC mayor que la axilar.

  Se considera fiebre cuando la temperatura corporal es superior a 38ºC (Tª rectal), 37.5ºC (Tª oral) y 37.2 (Tª axilar).

 En bebés menores de 6 meses no es recomendable tomar la temperatura oral, para evitar ahogamientos, ni la axilar, pues es muy difícil que estén quietos.




  










 Tomando como referencia la temperatura axilar, 37.5ºC o menos, es temperatura normal. En temperatura rectal, menos de 38ºC es normal.

- TIPOS DE TERMÓMETRO.

 Para determinar la temperatura, podemos utilizar temómetros digitales, de galio y los que emplean infrarrojos, como los frontales y auriculares (estos últimos no recomendados en menores de 6 meses, pues podemos alterar el conducto auditivo y en esa edad son inexactos). Los de Mercurio ya no se comercializan.

termómetros digitales
termómetros auriculares


termómetros frontales


 - CUÁNDO ACUDIR AL PEDIATRA.

   Suelen acompañar a la fiebre otros síntomas como decaimiento, dolor de  
 cabeza, falta de apetito, cansancio, dolor muscular, escalofríos.

   Acudir urgentemente al pediatra si:

    - El bebé es menor de 3 meses.

    - El bebé tiene entre 3 y 6 meses y temperatura superior a 39ºC. A 
    cualquier edad si la temperatura es superior a 40ºC.

    - Si la fiebre dura más de 48-72h.

    - Aparecen convulsiones febriles. Suelen ocurrir cuando la subida 
   de temperatura es muy rápida, sobre todo el primer día de fiebre y 
   en menores de 5 años. Pueden durar 15 minutos. Hay que acudir al 
   médico en seguida para tratarlo y descartar otras causas.

    - Aparecen petequias. Son puntitos rojos en la dermis que no
   desaparecen al estirar la piel. Pueden ser debidas a tos y vómitos, 
   pero si al presionarlas con un vaso no desaparecen, pueden ser
   signo de meningitis. Acudir inmediatamente al médico.

   - Rigidez de cuello.

   - Gran dificultad al respirar.

   - Vómitos o diarrea persistente. (Puede provocar deshidratación)

   - Escasez de orina o no orina.

   - Irritabilidad, llanto excesivo, difícil de calmar. 


- TRATAMIENTO.

   La fiebre se puede tratar de diferentes modos, pero siempre bajo 
  los consejos de un profesional de salud:

  CON TRATAMIENTO NO FARMACOLÓGICO:

   - Adecuada hidratación: que el niño beba líquidos en pequeñas y
     frecuentes tomas. 
  
   - No abrigar ni enfriar en exceso al niño. Mantener una temperatura
     ambiental templada.

   - Desaconsejado el uso de paños húmedos, friegas con alcohol,  
     bañar al niño, desnudarlo. Sólo si al niño le apetece un baño, 
     ponerlo unos minutos a remojo en agua templada, nunca fría.


  CON TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO:

   -  NUNCA dar medicamentos sin indicación de un profesional de la 
      salud.

   -  RESPETAR la dosis y posología del tratamiento indicadas por el 
      pediatra.

   -  NO DAR ANTIBIÓTICO a no ser que la fiebre sea causada por 
     infección bacteriana y siempre indicado por el pediatra. Su mala 
     utilización es la causa principal de resistencias. No curan 
     infecciones víricas, para ellas son los antivirales.

   -  Para bajar la fiebre se emplean ANTIPIRÉTICOS.
      
      Sobre todo Paracetamol e Ibuprofeno. El Ácido Acetilsalicílico no se
     debe dar en niños para evitar el Síndrome de Reye. 

       Son la triple A (AAA): Antipiréticos, (bajan fiebre), Analgésicos 
     (calman dolor) y Antiinflamatorios.

       Su dosificación ha de ser en función del peso, no de la edad.

       El Paracetamol es sobre todo antipirético y Analgésico, y en 
     menor medida, Antiinflamatorio. Su dosis es 10-15mg/kg cada 
     6-8 horas.

       El Ibuprofeno es sobre todo Analgésico y Antiinflamatorio, y en 
     menor medida, Antipirético. Su dosis es 5-10mg/kg cada 6-8 
     horas.

       No hay pruebas que demuestren que administrarlos alternos 
     sea más eficaz. Sí que aumenta el riesgo de confundir dosis, 
     o pauta. También aumenta el riesgo de que aparezcan efectos 
     no deseados.
        
        Hay que tener en cuenta los efectos secundarios, hablo de 
     ellos en LOS MEDICAMENTOS NO SON CHUCHES
      

        No conviene dar antipiréticos después de poner vacunas para
     prevenir la posible aparición de fiebre posterior. 


  Os recomiendo el "Decálogo de la fiebre" de la Asociación Española de  
 Pediatría:  

 Más información en :

Espero que os haya gustado y sea útil el post!!


Teresa Gil Alegre. Farmacéutica Adjunta. 

  
         

  

 



 
 

 

jueves, 9 de marzo de 2017

LOS MEDICAMENTOS NO SON CHUCHES.

 Muchas veces nos pedís que os demos medicamentos que no sepan mal, para vosotros o para vuestros peques, porque "si no, no me lo tomo", "si no, el peque lo devuelve"...

 Estoy de acuerdo que algunos medicamentos vía oral en forma de jarabes, sobres, comprimidos efervescentes, viales orales... tienen mal sabor, pero... es que los medicamentos no son chuches ni alimentos.



foto cortesía www.aprenderhacer.com

 
Los laboratorios se preocupan por eclipsar las condiciones organolépticas de los principios activos, de modo que sean más agradables al gusto, olfato, vista del paciente, pues influye mucho en el cumplimiento del tratamiento y sin que influya en la calidad farmacotécnica. Pero muy pocas veces nos diréis que "está rico", porque realmente no es eso lo que se pretende. Se pretende que cure la patología para la que está destinado.

  Además, como os he dicho muchas veces en la farmacia, sobre todo a los papis, los medicamentos, sobre todo pediátricos, no deben ser deliciosos, pues el niño, en un descuido, un momento que dejemos el jarabe en la mesa, o en la nevera a su alcance... si lo relaciona con buen sabor (chuche), va a tomarse una cantidad en exceso que será perjudicial para su salud, pudiendo producirle daños a veces irreversibles en su organismo.

 A continuación, os hablaré de algunos efectos negativos de medicamentos a tener en cuenta si estamos administrando un tratamiento con ellos a nuestros hijos.


 Empiezo con el PARACETAMOL, medicamento bien conocido por vosotros y utilizado para calmar el dolor (analgésico) y bajar la fiebre (antipirético). Presenta pocas interacciones y su dosis está bien definida (40-60mg/kg de peso). Sin embargo, causa HEPATOTOXICIDAD, pues su metabolismo hepático es saturable, conforme se agotan las reservas de glutation que neutraliza al metabolito tóxico, el hígado comienza a dañarse pudiendo llegar al SÍNDROME HEPATORRENAL después de 3-4 días. En bebés, al tener otras vías de detoxificación además del glutatión, es más difícil llegar a esta situación que en niños y adolescentes. La intoxicación se suele producir si se toma más de 100mg/kg. Al principio es asintomática o leve (parecida a un cuadro gripal), pero el daño hepático ha empezado. En este caso hay que actúar con rapidez administrando el antídoto, que es N- Acetilcistína, en las primeras 10 horas.




   Sigo con otro medicamento bien conocido por vosotros, el IBUPROFENO. Antiinflamatorio (AINE) y antipirético. Hay que tener en cuenta que como AINE que es entre sus efectos secundarios destacan dolor de estómago, ardor, broncoconstricción, alteraciones en la coagulación de la sangre, algo de somnoliencia. Muy importante su NEFROTOXICIDAD (toxicidad en el riñón) en niños y adultos, vigilar si hay alteraciones en la micción, dolor lumbar o hipotermia. NO ADMINISTRAR A NIÑOS POR EN PERÍODO SUPERIOR A 3 DÍAS SEGUIDOS, sin supervisión médica.




 A continuación, os hablaré del ÁCIDO ACETIL SALICÍLICO (A.A.S.). Todos recordamos que de pequeños nos daban Aspirina Infantil y estaba muy rica, y a veces siguen viniendo abuelos o papis a por ella, pero todos los medicamentos con AAS en su presentación pediátrica fueron retirados hace años del mercado. Ésto fue debido a su relación causal con el SÍNDROME DE REYE. Presenta múltiples interacciones, pues presenta una elevada unión a las proteínas plasmáticas, y metabolismo saturable, por ello su peligro de intoxicación si administramos más de 100mg/kg en una única toma. A diferencia del paracetamol, la intoxicación de AAS es sintomática y fácilmente reconocible: aumento temperatura corporal, hiperventilación, trastornos neurológicos. Qué hacer? Hidratar a la persona y alcalinizar la orina (con bicarbonato, por ejemplo).



Finalmente, os recuerdo que no es adecuado administrar medicamentos a los niños empleando cucharas pues la dosis de esta manera es inexacta. Siempre hay que utilizar el dispositivo de medición que viene junto al medicamento en el envase o bien, jeringas.







 BIBLIOGRAFÍA:

1. Kearns GL. Acetaminophen poisoning in children: Treat early and long enough. J Pediatr 2002; 140: 495-8

2. Santiago Mintegi Raso. Intoxicaciones medicamentosas. Urgencias de pediatría. Hospital de Cruces. Barakaldo. 2007.

3. Shannon M. Ingestion of toxic substances by children. NEJM 2000, 342:186-191

4. Santiago Mintegi Raso. Sospecha de intoxicación los primeros 30 minutos.  Urgencias de pediatría. Hospital de Cruces. Barakaldo. 2012

5. Medline Plus. Enciclopedia Médica. Sobredosis de ibuprofeno. Revisión 31 Enero 2017

 Teresa Gil Alegre.

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